lunes, 4 de enero de 2010

Aprendamos de los gansos


El próximo otoño, cuando veas a los gansos dirigiéndose hacia el sur para pasar el invierno, fíjate que vuelan formando una V. Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del porqué vuelan de esa manera.

Se ha comprobado que cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de el. Volando en V la bandada completa aumenta por lo menos un 70% su poder de vuelo que si cada pájaro volara solo.
Cuando compartimos una dirección en común y tenemos sentido de comunidad, podemos llegar a donde deseamos más fácil y más rápido, porque nos apoyamos unos a otros.

Cada vez que un ganso se sale de formación y siente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de volar solo y de inmediato se incorpora de nuevo a la fila para beneficiarse de la ayuda del compañero que va adelante.
Si tuviéramos la inteligencia de un ganso nos conservaríamos unidos a aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.

Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar.
Obtenemos mejores resultados si establecemos turnos para hacer los trabajos más difíciles.

Los gansos que van detrás graznan (producen el sonido propio de ellos), y hacen esto con frecuencia para estimular a los que van adelante a mantener la velocidad.
Una palabra de aliento produce grandes beneficios.

Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido de un disparo, dos de sus compañeros se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan con él hasta que está nuevamente en condiciones de volar o muere y sólo entonces los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo.
Si tuviéramos la inteligencia de los gansos, nos mantendríamos uno al lado del otro ayudándonos y acompañándonos.

Este ensayo de autor desconocido lo leyó un profesor a sus alumnos, el cual cambió por completo el espíritu de la clase.
Lo comparto con todos ustedes para comenzar este año aprendiendo de los gansos... bella creación de nuestro Dios. Que Él sea lo más importante en sus vidas.
Les saluda con cariño, Ester